MARISOL MONTIEL
Ciudad de México, 1984.
Cursa la Licenciatura en Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM de 2006 a 2009. Tiene formación en Diseño de Modas, y su obra se integra por piezas textiles y vestido de diversos materiales, así como fotografías y acciones, en los que trabaja el tema del cuerpo y su interrelación con el entorno.
Vestido para deshacerse de las promesas rotas
Se trata de un vestido de novia hecho a la medida, confeccionado a partir de pañuelos desechables. Cada pañuelo fue cosido al otro pacientemente y con sumo cuidado. Cada vez que algún pañuelo se rompía, éste se quitaba para reemplazarlo con otro completo.
Una vez listo el vestido escribí en él cuantas promesas rotas podía recordar, recuerdos de palabras cargadas de dolor que me fue causado o que yo ocasioné. Tantas como cupieron en el lienzo.
Tras varios meses realicé un video- performance que sería el cierre de la pieza: el vestido fue hecho para deshacerse en agua. La acción consistió en atravesar una alberca portando el vestido, y que el agua lo desprendiera de mi cuerpo para liberar mi cuerpo de él, y dejar que se quedara allí hasta deshacerse.
Vestido de manos
Esta pieza es una metáfora de una relación amorosa. Una metáfora de dos cuerpos, del tacto de la caricia y de la protección. Es una especie de vestido- armadura hecha con el vaciado en tela de las manos de mi amante.
Vestido de pétalos
Cada pétalo de rosa es distinto, pero lo que todos tienen en común es que cada uno de ellos se va a marchitar.
A partir de la confección de varios vestidos perecederos hechos con pétalos de rosa surge la filmación de un video- performance realizado en el cuarto de un hotel. Deshice cuidadosamente cientos de rosas y con los pétalos armé un vestido que porté mientras estaba postrada en la cama durante un día completo, desde el amanecer hasta la noche, que fue el tiempo que tardaron los pétalos en secarse.