GERARDO CEDILLO
¿Quieres saber qué pasó aquí? | Recorrido sonoro | Centro de la Delegación Iztapalapa, Ciudad de México | 8 de abril, 2011
¿Quieres saber qué pasó aquí? Recorrido sonoro es una acción-intervención que consiste en una caminata por distintas calles del centro de la delegación Iztapalapa, con una audioguía que ofrece un paseo acústico por medio de narraciones, paisajes y collages sonoros. Su finalidad es intervenir espacios familiares para convertirlos en territorios imaginarios que muten bajo el efecto del sonido mientras son recorridos.
La caminata comenzaba en la explanada Cuitláhuac, donde fue colocado un stand con el equipo y carteles. Se invitaba a la gente que transitaba por la plaza a realizar un recorrido por un circuito de calles y avenidas próximas, con el objetivo de encontrar otros paisajes e historias ocultas al ojo, pero visibles con la ayuda del sonido. En la mayoría de las ocasiones, a quienes se les ofrecía el recorrido se rehusaron, unos alegando falta de tiempo, otros, que tenían toda su vida viviendo ahí y que no era necesario andar con las audio- guías por lugares que transitaban a diario, y mucho menos para conocer otras historias, puesto que conocían la historia del lugar. A los que sí aceptaban se les prestaba un equipo de audio (reproductor y audífonos) y se les obsequiaba una postal con el mapa del recorrido. El equipo de audio contenía 11 piezas sonoras que se reproducirían mientras se visitaban distintos puntos en el circuito señalados por carteles. Había 4 paradas donde el grupo de personas que hacía el recorrido se detenía para escuchar 4 piezas sonoras, cada una sobre temas distintos, como la historia del lugar narrado por mi familia (enfrente de la casa donde nací), las promesas incumplidas del presidente de México acompañadas de la Marcha fúnebre de Chopin (en un edificio de Gobierno abandonado), un collage sonoro sobre la educación (frente a una escuela privada) y el sonido de fuegos artificiales mezclado con sonido de balas (en un puente peatonal).
Entre las cuatro paradas se podían escuchar paisajes sonoros, algunos reproducidos guturalmente y otros compuestos por distintos sonidos, que develaban otras miradas del lugar.
Las audioguías se situaban entre la ficción y la realidad. Aportaban al usuario del recorrido la posibilidad de deconstruir los relatos oficiales que la mirada nos impone, para después mostrar que constantemente numerosas situaciones acontecen debajo de esos relatos. Al develarlas, no sólo se hace visible lo que acontece, sino que nos permite además redimensionar una situación o problema y actuar frente a él.